domingo, 23 de noviembre de 2008

Software Libre como alternativa al Copyright


Tras leer la entrevista al Richard Stallman sobre el movimiento del software libre, lo primero que nos ha llamado la atención es probablemente la radicalidad de algunas de sus afirmaciones. En algunas de sus afirmaciones parece que el propósito de este señor es erradicar del mercado de venta de software todos aquellos productos que no hayan sido desarrollados bajo una licencia GNU. A nuestro juicio declaraciones de ese tipo chocan profundamente con el hecho de ser el fundador de un movimiento que incorpora la palabra libertad dentro de su propósito fundamental.

Dejando a un lado esta primera impresión sobre el artículo, también hemos de destacar que muchas de las teorías que defiende Stallman parecen tener bastante sentido, sobre todo dentro de una sociedad como la nuestra, en la que en tantas ocasiones nos han repetido que lo más importante dentro de nuestro modelo de consumo es el propio consumidor. La idea principal de conseguir un producto final que sea mucho más adecuado a las necesidades del consumidor, así como la idea de conseguir que el consumidor pueda elegir entre varios productos siempre nos parecerán positivas. Por el contrario, la idea de que el consumidor en este caso de software, tenga que ver limitadas sus opciones a la hora de elegir un producto y que incluso en numerosas ocasiones la asociación entre fabricantes de software y de hardware incrementan de manera notable estas limitaciones nos parece claramente negativo.

Centrando nuestro análisis en el desarrollo de un sistema operativo, en este caso hablaremos sobre la dualidad Windows – Linux que a nuestro juicio es la que subyace en primera instancia en el artículo de análisis, deberíamos pensar cuál es el motivo de que Windows haya estado funcionando durante un largo periodo de tiempo casi como un producto o bien que el mercado entendía como único a la hora de cubrir un tipo de necesidades. En este caso, durante largo tiempo, Microsoft, como empresa detrás de Windows ha estado funcionando casi como un monopolio. A nuestro entender, la raíz de esta situación está en que Microsoft llegó primero al mercado con su producto y consiguió convertirlo casi en un estándar, además consiguió que tanto la propia Microsoft como otra gran cantidad de empresas que entraron en el mundo del software trabajaran y desarrollaran aplicaciones que exclusivamente corrieran bajo su sistema operativo. Toda esta fuerza y empuje inicial convirtieron como decíamos a Windows en un estándar y ocuparon todo el mercado ante la ausencia de competencia. Además, hicieron ver al mercado que su solución no sólo era la mejor, sino que además era la única y que así seguiría siendo siempre.

Posteriormente y sobre todo durante los últimos años, han aparecido con mucha fuerza productos de software libre, y hablando de sistemas operativos, Linux. Pero el problema ha surgido cuando este nuevo producto que se ofrecía como alternativa a Windows, ha intentado entrar en un mercado que ya tenía dueño. Lo que han conseguido en cuanto a número de usuarios es impresionante para un movimiento de este estilo, pero aún siendo un producto gratuito, que probablemente funcione mejor que Windows y que permite al usuario mejorarlo y adaptarlo a sus necesidades, hemos de reconocer también, que no ha conseguido convertirse en un producto de uso mayoritario. Las causas de esto último, se analizan claramente al visualizar el tipo de usuario del sistema operativo Linux. Casi la gran mayoría de usuarios de este sistema tienen conocimientos informáticos superiores a los considerados necesarios para utilizar la que podríamos definir como informática doméstica. Esto quiere decir, que el resto de usuarios, los que conforman realmente la gran masa de usuarios de informática, ven este sistema operativo o el cambio al mismo como algo fuera de su alcance e incluso como un problema a la hora de desarrollar sus actividades con un ordenador. Cada vez mucha más gente conoce de sus bondades e incluso, seguramente estaría encantada de participar de un movimiento que socialmente puede entenderse como positivo, pero al mismo tiempo, toda esta gente, lo sigue viendo como algo lejano y poco accesible. ¡Bastante nos ha costado empezar a manejar Windows como para ahora meternos a manejar un nuevo sistema! Pensarán muchos usuarios.

Lo que sí que nos parece positivo es que haya surgido la posibilidad de tener una opción de calidad para poder elegir entre Windows y otro producto, que podamos elegir entre un producto con copyright y sujeto a las normas que marca su empresa distribuidora y un producto elaborado por una comunidad de usuarios y que nos permite utilizarlo y adaptarlo casi sin ningún tipo de restricciones.

Como conclusión, sí que nos gustaría resaltar el hecho, de que de todo de lo que hemos hablado con anterioridad sólo es posible gracias a la tecnología, por lo que esta visión de producto o servicio realizado por una empresa o realizado por los propios usuarios es de nuevo un cambio en nuestro modelo de vida habitual promocionado por las nuevas tecnologías, ¿o alguien se imagina que los usuarios se juntasen para mejorar la producción de galletas con el fin de cada usuario pudiera comerlas con el sabor que más se adaptase a sus gustos y necesidades?

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