jueves, 20 de noviembre de 2008

Usos sociales de las TIC


¿Tienen valores las TIC?


El uso de las TIC favorece las relaciones sociales, el aprendizaje cooperativo, el desarrollo de nuevas habilidades, nuevas formas de construcción del conocimiento y el desarrollo de las capacidades de creatividad, comunicación y razonamiento.


En el ámbito familiar, al reconocer las ventajas que tienen los adolescentes sobre los adultos, se abre un nuevo espacio de comunicación entre los miembros de la comunidad familiar.


No cabe la menor duda que el uso de las TIC facilita nuestra vida en diversos aspectos: no hay necesidad de una presencia física para realizar la compra, se puede trabajar desde el propio hogar, formarte de una forma autodidáctica, conectar mediante videoconferencia a una serie de personas sin necesidad de desplazarse desde los lugares de origen, informarte al instante de los acontecimientos que se producen en nuestro mundo…


Podríamos continuar enumerando ventajas que nos proporcionan las TIC, pero también debemos considerar los contravalores que un uso indebido de las TIC pueden causar en nuestro entorno: adicción, aislamiento, contenidos perversos, violencia…Todo esto puede trastornar el desarrollo personal y social no solo de los adolescente sino también de personas adultas.


El uso de las nuevas tecnologías, sin habernos extendido en demasía, como podemos observar tiene sus ventajas e inconvenientes. Su uso racional alejaría los peligros antes mencionados, pero esos peligros están ahí y reconocerlos y prevenirlos es una labor ardua pero necesaria.

Otro motivo de reflexión sería qué tipo de aplicaciones tecnológicas exigen una respuesta ética.
Podríamos hacer alguna consideración sobre los experimentos médicos. Por una parte todos estamos de acuerdo con los avances médicos, con las nuevas posibilidades que la medicina nos ofrece para aliviar y curar nuestras enfermedades y alargar nuestra vida. Pero la medicina tiene que experimentar para avanzar. ¿Cómo experimenta y con quién? Creo que el consentimiento libre e informado de las personas sobre las que se va a realizar el experimento sería un requisito imprescindible. Sabemos que no siempre ha sido así, que médicos alemanes y japoneses durante la Segunda Guerra mundial realizaron experimentos prescindiendo de la ética más elemental o casos más recientes con afectados de sida o en pruebas nucleares.


El Tratado de Limitación de Pruebas Nucleares vino como consecuencia al debate ético sobre dichas pruebas.


El uso de la informática también ha dado pie a numerosos debates, como algo insinuábamos más arriba, sobre su uso y cómo frenar, por ejemplo, los problemas de adicción que se han detectado en nuestros jóvenes.


La Carta Mundial de la Naturaleza sería otro ejemplo de cómo regular, por ejemplo, el uso de pesticidas, que, si bien, por un lado eliminan plagas el los cultivos, contaminan nuestros campos…
La reflexión ética sobre las aplicaciones tecnológicas lleva, al menos, a proponer una moratoria voluntaria sobre algunas tecnologías para establecer protocolos adecuados para un desarrollo de las mismas más seguros.


Los propios medios de comunicación están muy atentos al uso o abuso que hacemos de las nuevas tecnologías y ya se cuidan los diferentes tecnólogos de buscar seguridad en la salud y el bienestar público.


Un ejemplo de esto último estaría en los profesionales de la ingeniería que, entre otras cosas, apoyan a quienes delatan la existencia de prácticas perjudiciales o incorrectas y reclaman la inclusión de la ética ingenieril dentro de sus planes de estudio.

CONCEPTOS.

En la premodernidad la distinción entre medios y fines estaba ausente. Más tarde, la tecnología como medio fue separada de cualquier fin particular para que avanzara con más rapidez. En la modernidad se producen esfuerzos legislativos e institucionales para desarrollar pautas de conducta responsable y se exige educación ética para todos los estudiantes de postgrado y se ven esfuerzos para aprobar protocolos de investigación que involucren a participantes humanos.

Hoy en día luchamos para que el hombre o la colectividad no transformen su conciencia hasta hacerla contradictoria con lo que debería esperarse de su condición. No todo es válido por la consecución de un fin.

Se abandona cualquier actitud de laissez faire y se intenta evitar el determinismo por el que las cosas son hechas y usadas solo porque pueden ser hechas y usadas. Buscamos saber qué tecnologías aceptar, cuáles modificar y cuáles rechazar. Esto es un avance importante porque buscamos un uso más racional y lógico de las nuevas tecnologías preocupándonos de las consecuencias sobre la persona y la propia Naturaleza. De ahí la aparición de códigos deontológicos que procuran darse unas normas éticas que nos protejan de posibles abusos de los avances tecnológicos.

En cuanto los usos sociales de las TIC en medicina, pienso que la mayoría de los médicos son optimistas en el uso de las nuevas tecnologías en aspectos administrativos que faciliten su labor, en la posibilidad de actualizarse con el conocimiento de los avances médicos y estar al día con rapidez de las novedades médicas. Otra cuestión sería en su relación con los pacientes. Estas deberían ser personales por la confianza que generaría en los enfermos.

En el mundo de la informática, está claro que hay un antes y un después. Ya no podríamos prescindir de los avances en este campo. Solo prestar atención a la persona que usa las nuevas tecnologías para que no deje de ser persona y no se deje arrastrar y seducir por este nuevo mundo.

En cuanto a la sostenibilidad continuar el camino iniciado de satisfacer las necesidades de la población sin comprometer las necesidades de otros núcleos de población más atrasados y sin comprometer a las generaciones futuras en sus necesidades.

Sobre los usos en Ingeniería más arriba ya hicimos alguna breve referencia por lo que no sería necesario insistir.

Para terminar, comentar que la “heurística del miedo” que propuso Hans Jonas debe acentuar nuestra imaginación acerca de los peores escenarios para introducir la lógica cautela y ser capaces de adelantarnos a los posibles peligros de los avances tecnológicos para prevenirlos.

Quizás sería conveniente unificar los criterios del consecuencialismo y deotologismo. La dignidad de la persona reclama una información correcta y su consentimiento libre sobre cualquier tipo de experiencia que los avances tecnológicos proporcionan. Estamos en una nueva época y el sentido común nos debe llevar a avanzar con cautela y procurar no dejar a nadie atrás en el camino y si los dejamos no olvidarnos de ellos y poner los medios para recuperarlos.

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